DESDE EL AGUA



La mirada inquietante de Eva Miquel nos muestra en sus dibujos una historia en blanco y negro a partir de la cual invita al público a construir su propio relato. En estas obras, paisajes humanos repletos de dramatismo y emoción, todo puede suceder. Eva Miquel es una alquimista del paisaje, una encantadora de lápices, una romántica amante de la calidad del grafito, del gris y del negro que reverbera sobre la soledad del papel en blanco. Y como buena hechicera de su técnica, plasma la emoción pintando con el lápiz.

El hilo conductor de las obras de Eva Miquel no es otro que la mirada poética. Y esta poesía queda plasmada en sus cuadros y en la mirada de quien los observa, pero tras la belleza, se revela un pesar profundo del drama social contemporáneo. La emoción que desencadena en el espectador es el resultado de esta singular técnica que la artista utiliza para atravesarnos con su propuesta arriesgada, épica y valiente que acaricia, no obstante, la sutilidad y la sinceridad más absolutas.

Un lenguaje simple, clásico, sencillo, leve, que, con una mirada contemporánea, fotográfica, poética e inquietante, nos sitúa en algún rincón de nuestra memoria y de nuestra intimidad melancólica… Cualquiera de nosotros podría ser uno de los personajes de estos paisajes. Es un trabajo minucioso que precisa de silencio, el mismo silencio que transmiten sus obras, de personajes perdidos en medio del paisaje, de atmósferas mágicas y evocadoras. La obra de Eva Miquel despierta una profunda emoción, la emoción de un gran placer estético, de entrar en contacto con la belleza más esencial, la emoción de un silencio que llena de significado la nada.